miércoles, 11 de junio de 2014

Uso de reforzadores/economía de fichas/castigos/contratos conductuales



Este tipo de técnicas son bien utilizadas por diversos psicólogos y pedagogos o educadores para poder modificar el comportamiento del niño de formas sencillas y diversas que han mostrado gran eficacia en la forma de educar al niño

En primer lugar hablaremos del uso de reforzadores. Pero... ¿Que es un reforzador?


Un reforzador positivo es algo que se le da a una persona, que es agradable para él, con el fin de que vuelva a repetir esa conducta en un futuro. Este reforzador se brinda justo después de que realiza el niño una conducta deseable y adecuada y se le puede administrar de diversas formas



Hay diversos tipos de reforzadores, aquí mencionaremos de dos tipos: los físicos o materiales y los sociales

Los primeros se definen como cualquier cosa tangible o física que le gusta al niño, como por ejemplo: un juguete, comida, mascota, etc.


Los segundos se refieren más a conductas sociales como elogiar al niño, ponerle atención, darle contacto físico y palabras de aliento sobre su buen rendimiento o intento, así como realizar algunas actividades que involucran la interacción y convivencia familiar y social.











Ambos tipos de reforzadores fomentaran que el niño vuelva a repetir las conductas deseables en un futuro. Se aconseja que se comience con reforzadores materiales para después pasar a los sociales. Además, evite reforzar al niño con objetos o materiales que pudieran dañar su salud de otras formas como dulces en exceso, el uso excesivo de videojuegos, etc.

Estos reforzadores se pueden utilizar de diversas formas: se les puede dar inmediatamente después de que haya realizado una conducta deseable, como hacer su tarea, recoger su cuarto, etc. o se pueden establecer algún tipo de plan de  reforzamiento a través de diversas técnicas como la economía de fichas y los contratos conductuales, los cuales se definirán a continuación

¿Que es la economía de fichas?
La economía de fichas consiste en un tablero o grafica en el que se definen una serie de conductas que el niño necesita llevar a cabo y que al final, si realiza las suficientes, obtendrá un reforzador positivo, previamente elegido. Para esto se pueden definir que conductas necesita cubrir durante el día, durante la semana o durante periodos más largos, dependiendo del nivel del niño.
En un principio se espera que las exigencias sean menos detalladas y complejas y se vaya incrementando su nivel de complejidad y duración conforme el niño avance en la técnica. Entonces se puede realizar una cuadricula, decorada al gusto del niño, donde en uno de los lados se especifique el nombre de los participantes y en la parte superior las conductas que debe realizar o viceversa.

Por ejemplo se colocan los nombres y en la parte superior se mencionan conductas como recoger mi cuarto, hacer la tarea, no gritarle a mi maestro, etc. entonces si el niño realiza dicha conducta se le da una ficha y se pone en el espacio correspondiente, y si al final del día logra cierto número de fichas entonces se le da su reforzador.
Como se mencionó, primero consiste en actividades sencillas, que no requieran demasiado esfuerzo, la cantidad de fichas que necesita para obtener su reforzador pueden ser pocas y que se de el reforzador por día. Conforme se vean avances en el niño se pueden complejizar las tareas, requerirá mayor número de fichas para obtener su reforzador y se alargara el tiempo por ejemplo, de un día a una semana, para obtener su reforzador.

Es una técnica sencilla de utilizar, los niños no olvidan sus deberes porque se encuentran en una gráfica, la cual puede ser decorada a gusto. Aquí se encuentran algunos ejemplos:



¿Y que hay del contrato conductual?

Pues el contrato conductual es la segunda técnica que puede utilizarse para modificar las conductas indeseables del niño y en las que pueden incorporarse fácilmente el uso de reforzadores. Este contrato es el establecimiento de una serie de reglas o conductas que los participantes deben cumplir, generalmente referidas a comportamientos positivos. Se realiza un escrito en el que se especifiquen las conductas positivas y los reforzadores que se obtendrán por realizar dichas conductas así como las consecuencias por no realizarlas.

Este escrito debe ser justo para ambas partes, debe establecer un incremento progresivo de exigencias, esto quiere decir que se le exija mas al niño conforme se ven avances en él. Como ejemplo se puede establecer que el padre participara en más juegos y pondrá más atención a su hijo y el niño establecerá que terminaría sus tareas temprano para tener ese espacio de atención con sus padres, como parte de un ejemplo de reforzador social.

Recuerda que...
Los premios y castigos deben darse en corto plazo ya que si no pierden su efecto y si se les promete algo, tanto positivo como negativo, debe cumplirse sino los niños verán una deficiencia en la forma de educar y tomaran la medida, por lo mismo hay que tener cuidado con el tipo de amenazas que se les dicen a los niños.

Hay que definirse con detalle cuales son las conductas que se espera el niño realice, por ejemplo si se menciona que una de las conductas es portarse bien, hay que definir que conductas derivan en portarse bien de acuerdo con las características de cada niño, para algunos portarse bien puede ser hacerle caso al maestro y para otros no hablar fuera de lugar, etc.

Son preferibles los reforzadores sociales a los materiales, se puede comenzar con los materiales pero se obtienen mejores resultados respecto a los reforzadores sociales

Estas técnicas, como las otras revisadas en este blog, requieren de un establecimiento progresivo en su aplicación, es necesario que no se usen solo de vez en cuando y de forma aislada sino que se complementen con los otros Tips para padres desarrollados en este blog, y se utilicen de forma continua.

También es importante aclarar que son técnicas que forman parte de un proceso y por lo tanto habrá recaídas y al principio puede que no tengan la capacidad de realizar todas las tareas o completarlas como se espera, entonces es importante reforzar esas conductas, el hecho de que lo intente o que haga más de lo que hacía antes es importante reforzar para que en un futuro pueda completar las tareas.
Al principio puede parecer difícil el modificar su forma de educar al niño e incluso puede volver a retomar el uso de castigos y amenazas, sin embargo no desespere, si es necesario aprenda a utilizar algunas técnicas de relajación para controlar su temperamento de acuerdo al comportamiento del niño.

¿Puedo seguir utilizando el castigo?

Todos conocen en que consiste un castigo sin embargo se ha demostrado que el uso de reforzadores así como la utilización de técnicas como retiro de atención y tiempo fuera han resultado más eficaces a la hora de modificar las conductas del niño sin traer repercusiones como las que trae consigo el castigo, tales como:
-        Su uso puede provocar la habituación, es decir que el niño se adapte al castigo y este pierda su efecto
-         No lleva implícito ningún componente educativo, en otras palabras no se le está enseñando al niño como puede hacer las cosas diferentes o como aprender a comportarse de otra forma, solo se le castiga por algo que hizo y se consideró desadaptativo
-         Claramente deteriora las relaciones entre la persona que castiga y al niño que lo castigan, daña su relación y la confianza y el niño puede aprender a detestar a cualquier figura de autoridad
-         Deteriora el autoconcepto de la persona, es decir, puede el niño llegar a pensar que no se le castiga por algo malo que haya hecho, sino porque el, en sí mismo se comienza a percibir como malo, desadaptado, que es una persona que vale poco y rompe con cualquier base estable de seguridad que tiene el niño en su persona

Si hará uso de un castigo recuerde que, si este castigo no tiene relación con la conducta que espera que el niño no vuelva a repetir, entonces el castigo no tendrá efecto. Por ejemplo, si el niño no se levanta temprano para ir a la escuela y se le castiga quitándole la televisión por unos días, puede que al principio funcione pero pronto dejara de tener efecto, en lugar de ello, para que el castigo tenga relación con la conducta, en este ejemplo se puede levantar al niño al igual de temprano no solo de lunes a viernes sino también los fines de semana como castigo. Sin embargo enfatizamos que el uso de castigos no es recomendable

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